En los albores de la década de los
50, el recurso
3D servia como muleta para brindarle un atractivo extra a las películas de
Sci-Fi clase B. Era muy común divertirse con los sobresaltos ocasionados por los elementos que “
salían” de las escenas en las matinés de los continuados en las salas céntricas. Y si bien era un recurso muy popular por aquellos años, pocos directores “
serios” se arriesgaban a utilizar dicho recurso. Tal vez el caso más resonante haya sido el de
Alfred Hitchcock, que apenas lo utilizó en algunas copias del clásico, de
1954,
La llamada fatal (
Dial M for Murder en su idioma original), protagonizada por
Ray Milland,
Grace Kelly y
Robert Cummings.
Tal vez por el contenido, o por los recursos de “
efecto”, el tridimensionalismo siempre funcionó muchísimo mejor en los, llamados, filmes
Trash.
Aunque el estreno de
Piranha, clásico del cine de terror de finales de los años
70, sea muy posterior a esos años dorados del
3D cinematográfico (si bien existe una película con el mismo titulo estrenada en
1972, el clásico dirigido por
Joe Dante se estrenó en
1978) siempre se supuso que los ataques de cardúmenes asesinos serian un verdadero suceso si se hubiesen filmado en
3D. Incluso, un incipiente director, que algunos años después seria una verdadera maquina de fabricar éxitos, como
Terminador,
El Abismo y
Titanic, tuvo su versión, en
1981 de
Piranhas. Y, de forma indirecta tal vez, gracias a este embrionario director y productor, conocido como
Iron Jim pero de nombre
James Cameron, los
Pygocentrus vuelven a nadar por las aguas del mundo hollywoodense. Aunque no hay una conexión directa entre
Cameron y la película dirigida por el director francés
Alexandre Aja, la súper producción del primero,
Avatar, generó un verdadero quiebre entre las películas “
pochocleras” creando una avalancha de tecnología cinematográfica
3D. Y es en ésta nueva ola
3D que se “
revisiona” la nueva versión del clásico de
1978. En realidad
Piranha, palabra que en guaraní significa pez diablo, no es la continuación de los títulos previos, sino una historia totalmente nueva donde los “
pececitos” son ancestrales y fueron liberados, de las profundidades de las cavernas en las que vivían, a causa de un terremoto.
A pesar de los recursos digitales de la actualidad, los productores, -quienes convidaron a
Dante y
Cameron para realizar algunos cameos, los cuales, desafortunadamente, declinaron la invitación-, no se preocuparon en realizar criaturas perfectas ni que los efectos especiales pasen desapercibidos, por el contrario, ambos son realmente toscos, lo cual puede recordarnos los “
desperfectos técnicos” de
Planet Terror y
Grindhouse, de
Rodríguez/Tarantino, lo cual le da un toque
kitsch. De hecho,
Piranha, no se avergüenza de ser considerada una película
Trash, por el contrario, se enorgullece de ello, ya que desde el comienzo sabemos que la consigna es divertir.
A modo de guiño, a los clásicos del terror marítimo, podemos ver a
Richard Dreyfuss caracterizado como
Matt Hooper, personaje que protagonizó, en
1975, en el clásico dirigido por
Steven Spielberg,
Tiburón. Desafortunadamente, para
Dreyfuss, es la primer victima de las terribles “
asesinas” acuáticas.
Obviamente el argumento es lo mas tradicional posible, donde los típicos muchachos playboys, y sus “
tontas” , y desnudas, compañeras son las mejores presas para estos famélicos animalitos poiquilotermos.
Pero es en los actores donde está el mayor acto nostálgico de la producción, ya que para los papeles principales convocó a gente de la talla de
Christopher Lloyd (el
Doc de “
Volver al futuro”) y
Elisabeth Shue (“
Karate Kid” y, también, “
Volver al futuro”). También fue en busca de iconos como el fuerzudo
Ving Rhames o la actriz porno
Gianna Michaels, quien es conocida por el gran tamaño, natural, de sus senos. Entre los citados también podemos ver a
Eli Roth (uno de los cazadores de nazis de la película “
Bastardos sin gloria”, de
Tarantino, y director de las dos primeras “
Hostel”),
Jerry O´Connell,
Dina Meyer y
Kelly Brook entre otros.
En las muertes, así como en el número y la forma de las mismas, es donde la producción se preocupó en generar efectos visuales impactantes, principalmente
3D. Algunas de estas son tan impactantes que llevan al espectador a sacarse los
anteojos 3D y taparse los ojos, como ocurría en los años
70. Asimismo, al igual que en aquel entonces, tampoco escatimaron en la cantidad de sangre, al mejor cine
Gore.
Sin duda en estas vacaciones el rojo será el color de moda.